domingo, 24 de mayo de 2015

Traer la ficha impresa de solo la lectura para el viernes 29

favor traer la ficha impresa, para dar cierre al valor y destacar en el salón al niño virtuoso del valor de la solidaridad.

VALOR LA SOLIDARIDAD

CUENTO MOTIVADOR: LA ABUELA
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4f3LF7Cmwf26Xy8cGOaU88gcU2BR4ROVP4d450qRahon8QGFNg-y4cJRFVbybydFYr1aqVb3d3ycBfvnEzywGjpSmH2O0M-Pokw-r-pGqTbkCB-h5bNWY-XchSchWqkY_3dyzsRCbjfI3/s200/Abuelita+color.jpg
Había una abuela que siempre estaba triste y sola en su casita. Como no podía correr igual que los niños, ni sabía bonitos cuentos, ningún niño del pueblo iba a su casa, porque con ella se aburrían mucho.
La pobre abuelita cosía y cosía, sólo sabía coser.
Pero un día de invierno que hacía mucho frío, la abuela estaba cose que te cose cerca de la ventana, porque así tenía más luz, cuando de pronto oyó unos golpes en el cristal: tic, tic, tic, tic,
La abuela miró y vió que era un pajarito que tenía tanta hambre y tanto frío que le pedía a la abuela que le dejara entrar.
La abuela abrió la ventana y el pajarito se pudo calentar en el brasero. La anciana le dió después leche y miguitas de pan para hacerle pasar el hambre.
- No te vayas, pajarito-le dij0- y así, yo no me sentiré tan sola estos días de invierno.
Y así lo hicieron, el pajarito se quedó todo el invierno con la abuela y ésta ya no estuvo sola.
Pero llegó la primavera y la abuelita temía que el sol volviese a calentar, porque el pajarillo se querría ir y ella se volvería a quedar sola cose que te cose.
EL día que el sol ya calentó, el pajarillo le dio las gracias a la abuela y se fue volando por la ventana; pero cuando se dio la vuelta para decir adiós, vio que la abuela estaba llorando.
-¿Por qué lloras, abuela?- le preguntó
- Porque ahora que tú te vas me voy a quedar sola otra vez
-¡Ah, no, abuela! Si tu no quieres yo no me voy de tu casa, me quedaré todo el día en tu jardín y, por la noche, dormiré en la cocina como he hecho durante todo el invierno. Y si lo que tú no quieres es estar sola, voy a decir a mis hermanos los pájaros, que también vengan ellos a vivir a tu casa ¡Qué mejor sitio podemos encontrar!
La abuela se puso muy contenta y pronto su jardín estuvo lleno, lleno de pájaros que no paraban de cantar.
Toda la gente del pueblo decía:
"Es en el jardín de la abuela, en el jardín de la abuela donde se oye cantar"
Y todos iban a ver y oír a los pajaritos, y así es como la abuela ya no estuvo nunca más sola y...cosió poco, muy poco, desde aquel día.

HABLAMOS DEL CUENTO

Cada uno va contando sus propias experiencias y sacando hacia fuera todos los sentimientos que le produjeron y reflexiones a las que llega.